El proceso de fabricación de tubos brillantes sin costuras difiere significativamente de otros tipos de tubos de acero inoxidable, particularmente tubos soldados, en términos de complejidad, precisión y la calidad del producto resultante. Comprender estas diferencias requiere un examen de los procesos clave involucrados en cada tipo y las ventajas conferidas por la variedad brillante sin costuras, que es una opción preferida en numerosas aplicaciones de alta demanda.
Los tubos sin costuras brillantes de acero inoxidable se producen dibujando una palanquilla sólida sobre una varilla perforadora para crear un tubo hueco. Este método, conocido como extrusión, elimina la necesidad de una costura soldada, que es una distinción crítica de los tubos soldados que se crean mediante láminas de rodadura y soldadura o tiras de acero. En el caso de tubos brillantes sin costuras, después de la formación inicial del tubo, se aplica un proceso de recocido brillante adicional. Esto implica calentar los tubos en un horno de atmósfera controlada, generalmente con un gas inerte como el hidrógeno, y luego enfriarlos rápidamente para retener una superficie lisa y reflectante que mejora tanto el atractivo estético como la resistencia a la corrosión.
Este proceso de recocido brillante es particularmente importante porque no solo mejora la apariencia de los tubos, sino que también reduce la contaminación de la superficie y la formación de escalas. El resultado es un acabado altamente pulido que no requiere un pulido mecánico adicional, a diferencia de otros tubos de acero inoxidable que pueden necesitar un tratamiento extenso de postproducción para lograr una calidad de superficie similar. Este brillo y la limpieza inherentes hacen que los tubos brillantes sin costuras sean ideales para las industrias donde la higiene y la apariencia son críticos, como en los sectores de procesamiento de alimentos, farmacéuticos y médicos.